martes, 23 de marzo de 2010

OBAMA, SOCIALISTA. UNA REFORMA SANITARIA NECESARIA

Estamos en los inicios del siglo XXI y el país más poderoso del planeta es capaz de dejar morir a sus habitantes por falta de asistencia médica.
Los gastos sanitarios en un hospital son muy elevados. Pueden llegar a cantidades astronómicas. Hay gente que para curarse de una enfermedad tiene que hipotecar su casa. Y esto pasa en un país desarrollado y rico, tocado por la opulencia.
El presidente Obama ha conseguido sacar adelante una ley que permite una reforma sanitaria que garantizará la protección a 32 millones de norteamericanos. Sin embargo, a esta ley los sectores conservadores la califican como la semilla del comunismo.
Algunos piensan incluso que por conceder esta prestación sanitaria a unos pobres llegará el socialismo a su país.
Obama, socialista. Ésta es una de las consignas que llevan tiempo utilizando en los ataques los grupos ‘neocon’, los sectores más carcas de la sociedad estadounidense, pero atiborrados de dinero, contra el presidente negro.
Le llaman socialista, como cuando aquí se tachaba a alguien de rojo, ¿lo recuerdan?
En España afortunadamente tenemos un sistema sanitario universal, envidiado en medio mundo, y todavía no tenemos koljoses ni sovjoses.
¿Quién dijo que Obama lo tendría fácil? ¡Y las zancadillas que le aguardan! Los sectores neoconservadores no van a parar hasta derribarle.
Se ha iniciado una cruzada contra esta ley, rubricada por Obama “en nombre de su madre”. Un grupo de congresistas republicanos se asomó a la terraza del Capitolio para alentar a los manifestantes con una pancarta en la que se leía: "Kill the bill!" (Acaba con la ley). Los medios de comunicación adictos también están haciendo su campaña.
Las mentes deformadas han impedido que durante décadas la nación más prospera de la tierra atendiera a millones de personas, generando una injusticia de tal envergadura que se había convertido en una canallada intelectual.
A buen seguro que muchos de estos que se oponen a esta ley serán fieles de las iglesias católica, evangélica, adventista o cualquier otra, e irán cada domingo a rogar al Señor. Menudo cinismo e hipocresía.
Cualquier precepto religioso de atender a los enfermos no se cumplía. Estoy seguro que si nos diéramos una vuelta por el Infierno encontraríamos a muchos beatos norteamericanos de golpes en el pecho, pero de fusta cruzada al cinto en la espalda.
Lo menos que se puede hacer por un ser humano es curarlo. Pero en la sociedad norteamericana está muy arraigado el egoísmo.
¿Con estas mimbres cómo vamos a acabar con el hambre en el mundo si no somos capaces de curar a nuestro vecino?
“Es una victoria de sentido común”, diría Obama tras la votación. Supongo que sentido común para el que lo tenga.

viernes, 19 de marzo de 2010

LOS POETAS LEEN A AYALA

“El mejor homenaje que se le puede hacer a Francisco Ayala es leer su palabra”. Con este pensamiento el poeta Miguel Ángel Contreras introducía el acto “Los poetas leen a Ayala” que se celebraba en Granada el miércoles 17 de marzo.
Con motivo del 104 aniversario del nacimiento del escritor granadino se han celebrado distintos actos en recuerdo de quien nos dejara tan sólo hace unos meses (noviembre, 2009). Pero ninguno en el que se le tributase un homenaje a través de su palabra leída.
Esta iniciativa corrió a cargo de cinco poetas: Miguel Alarcos, Rosario de Gorostegui, Antonia Ortega Urbano, Ana Tapia y Miguel Ángel Contreras.
Para ello, echaron mano de una cuidada selección de varios textos incluidos en la prolífica y versátil obra de Ayala: el ensayo, la crítica literaria, la novela, el cuento, el teatro, la traducción y el artículo periodístico.
El poeta ovetense Miguel Alarcos se ocupó del estilo de Ayala en obras como El jardín de las Delicias y algunos de cuentos: Mientras duermes o El pájaro azul. La cántabra Rosario de Gorostegui glosó el tema de los pájaros en los cuentos de Ayala a partir de la antología El pájaro azul. Antonia Ortega Urbano (Granada) se centró en la producción literaria de Ayala en el exilio leyendo algunos textos de la correspondencia entre Ayala y Camilo José Cela, en la que se coló la petición del granadino para que Cela apoyase en España la candidatura de Jorge Luis Borges al premio Nobel. La almeriense Ana Tapia ahondó en la inmersión de Ayala en el embrujo del Barroco a través de la admiración que profesaba por los ángeles feroces de Bernini. Miguel Ángel Contreras (Guadix, Granada) se ocupó de la relación entre el cine y la literatura en la obra de Ayala a través de su obra Indagación del cinema, centrándose en algunos textos como el relato Susana saliendo del baño.
Los poetas leyeron a Ayala en Granada, en su tierra, tan presente en su obra, en tantos recuerdos evocados de su infancia como atraviesan su obra.

martes, 16 de marzo de 2010

CUBA DESPRESTIGIA A LA IZQUIERDA

Cuba es imposible que tenga un régimen político de izquierdas. Si es así, toda la izquierda europea y mundial tendría la obligación de refundarse.

Un lugar en el mundo donde no existe libertad es un lugar controlado por un régimen dictatorial. Un régimen político que tiene en sus cárceles presos políticos es un régimen que impone la dictadura de partido único. Un régimen que deja morir de hambre a un disidente es un régimen que no respeta los derechos humanos. Un régimen que prohíbe la discrepancia en ideas es un régimen que carece de democracia.

Los ‘Castro’ han perdido el rumbo. Ya lo perdió Fidel hace tiempo. Han convertido a Cuba en una dictadura hereditaria, al estilo de otras atrincheradas en distintos puntos del planeta (¿les suena Corea del Norte?).

Un régimen político como el cubano que se autoproclama de izquierdas y revolucionario no le hace ningún favor a la izquierda democrática. Por tanto, esta izquierda se tiene que distanciar de ese régimen, que no del pueblo cubano. En otro tiempo, cuando la guerra fría estaba en su apogeo, Cuba representó esa oposición al imperialismo yanqui justificada por el embargo a que le somete el poderoso vecino del norte, pero hoy día sólo representa un arcaísmo histórico y una pesadilla para sus habitantes.

La cerrazón a la apertura política ya no tiene justificación alguna. Ni tampoco existe para el clima político represivo que asfixia a Cuba. Algunos de los que defienden al actual régimen cubano no tolerarían que la represión y la vulneración de las libertades ocurrieran en su país.

Los ‘Castro’ representan la decadencia. Desde un país como España, donde no hace tanto luchamos por las libertades públicas e individuales, y donde afortunadamente ahora disfrutamos de un régimen democrático, no podemos justificar la represión ni la tortura a que se someten a los disidentes. Si nada de esto lo consentimos aquí, no lo queramos para el pueblo cubano. Allí ya no se defiende ninguna revolución, ni nada por el estilo.

El régimen cubano desprestigia a la izquierda, como desprestigia a la derecha no haber reprobado todavía al régimen franquista.

Cuba representa para España ese espacio envuelto en el recuerdo y la añoranza, quizá porque aún quede en nuestro código genético el rastro del último reducto de tierra española en América.

De Cuba han escrito muchos de nuestros grandes literatos, de Cuba se han enamorado muchos españoles. Y por eso, tal vez nos duela más lo que está ocurriendo allí. Quedemonos, al menos, con los sones lorquianos de negros en Cuba:
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Cuando llegue la luna llena
iré a Santiago de Cuba,
iré a Santiago,
en un coche de agua negra.
Iré a Santiago.

sábado, 13 de marzo de 2010

DELIBES, EL MAESTRO

La muerte de Miguel Delibes, este 12 de marzo, ha cruzado como una ráfaga de viento helado los extensos páramos de la creación literaria.
Este contador de historias, al mejor estilo de los romanceros castellanos que de plaza en plaza contaban hazañas y desgracias de los héroes –o, acaso mejor, de sus antihéroes –, nos deja un legado literario que ya nos acompañará para siempre.
En sus historias se conjugan, a su decir, tres elementos: un hombre, un paisaje y una pasión. Historias que inunda de personajes que son un poco la representación de la naturaleza humana, donde es fácil verse reflejado; y donde, probablemente, muy pocos alcancen a conservar la inocencia que anida en el alma humana.
Entre todos esos personajes, quizá Azarías, acompañado de su ‘milana’, esa misma ‘milana’ que a todos nos acompaña y que representa el asidero que nos anima a mantener la ilusión de la vida difícil y arrastrada.
La prosa de Delibes me invade cada vez que cojo la pluma. Es de esos escritores que me señalan el camino, que me acompañan en el camino. Sin duda, su sombra es tan alargada como la de un ciprés.
Ha sido el gran maestro de las letras españolas en el siglo XX, y así quiero reconocerlo.

sábado, 6 de marzo de 2010

MIEDO ME DA

Últimamente, más bien, diría yo, desde hace unos cuantos años, parecen planear señales de involución sobre España o, al menos, a eso es lo que a mí se me antoja.
Miedo me da si dejamos que nuestra sociedad caiga en las redes invisibles del reaccionarismo, de las actitudes retrógradas, de las tendencias que pretenden retrotraernos a posiciones intelectuales asaltadas por la nigromancia y el poder de influencia de los sectores más trasnochados del país. Que nos trasladen a épocas anteriores al triunfo de la razón y la ilustración.
Hace unas semanas el arzobispo de Madrid, Rouco Varela, usaba su púlpito para inmiscuirse en la política del país, diferente es que lo hiciera como ciudadano, y se refería a la actual crisis económica asegurando que en esta situación “urge y exige una conversión política y jurídica”. ¿Conversión hacia dónde?, ¿acaso hacia el triunfo de una ideología próxima a él? El cardenal achacaba la crisis económica a un desencadenante “ético-moral” y a “causas espirituales”. ¿Supongo que se refería a la falta de escrúpulos éticos y morales de esos potentes sectores financieros y empresariales con los que tanta afinidad ideológica y moral tiene?
Y ahora toca el tema del juez Baltasar Garzón. Y el Tribunal Supremo arreando contra el juez-estrella. Que esperemos no se estrelle, para bien de la justicia y la dignidad de este país… y parte del extranjero, si lo hubieran dejado con Pinochet y otras causas bélicas.
Ahí tenemos a Falange Española de las JONS, a los de Manos Limpias, a Libertad e Identidad, al Correa del caso Gürtel… todos ejerciendo la acción querellante contra Baltasar Garzón. ¿Quién hay detrás?, ¿qué traman? Miedo me da.
Por cierto, ¿se han fijado cómo todos ellos utilizan términos como libertad, limpieza… para identificarse? Quizá tenga que ver con el uso perverso del lenguaje, o que utilizándolos pretendan colarnos que su talante es democrático.
Si todos estos dominaran el país, seguro que nosotros no tendríamos ninguna oportunidad para presentar una querella.
Y mientras tanto Roldán, el ex director de la Guardia Civil, a punto de salir de la cárcel, salvando una villa en las Antillas, un piso en París y 10 millones en paradero desconocido. ¡Qué vidorra le espera!

lunes, 1 de marzo de 2010

ANDALUCÍA, PENSANDO EN LAS PERSONAS

Quizá sea éste el peor momento para hablar de grandes ideas. Aunque, mirado de otro modo, acaso sea el mejor. Eso nunca se sabe, es la franquicia que entra dentro del grado de impredecibilidad que acompaña a nuestra existencia.
Cuando estamos inmersos en una crisis económica que lastra muchas de las políticas que se están llevando a cabo, cuando el número de personas desempleadas es una losa para la economía y para nuestras conciencias, cuando el rayo de luz que alumbre esta desesperada situación parece demorarse, es bueno echar una mirada a la Historia para constatar que siempre se halló una salida a los tiempos de adversidades. Vivir el presente modela nuestra perspectiva de los hechos y conforma la mirada hacia el futuro. Vivir tiempos difíciles genera inquietud e incertidumbre por el futuro, pero pensar que disponemos de recursos para pasar de las dificultades a los grandes proyectos es una exigencia de los que tienen la responsabilidad en la vida pública y de nosotros mismos que como ciudadanos tenemos que creer en nuestras posibilidades.
Es cierto que el pensamiento que respalda el nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía que se refrendó por los andaluces hace tres años no ha encontrado el mejor momento para desarrollarse. Si bien, justamente por las circunstancias que concurren, es por lo que se hace más necesaria una apuesta por él y por esta tierra. Ahora es el momento en que la idea de Andalucía que subyace en su texto deba ser arropada y potenciada por todos. Porque de la ilusión que se transmita y de la fortaleza que se derive de la confianza en ella es como podremos creer más en Andalucía.
Hace tres años decíamos, en este mismo periódico y en este día grande de Andalucía, que con el desarrollo estatutario se ponía en marcha un proyecto de Andalucía capaz de impulsar, si nos tomábamos el interés necesario, un espacio moderno y desarrollado. Una ambiciosa meta que se recoge en el artículo 10.1 del propio Estatuto: “La Comunidad Autónoma de Andalucía promoverá las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; removerá los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y fomentará la calidad de la democracia facilitando la participación de todos los andaluces en la vida política, económica, cultural y social”. Hoy este pensamiento por mor de la mala situación que estamos viviendo parece tambalearse. Pero es de este titubeo de donde precisamente deben nacer nuestra fuerza y nuestra ilusión. ‘Hacer’ es muy importante, pero ‘creer’ es la energía que impulsa cuando el ‘hacer’ se complica.
Durante esta crisis hemos llegado a escuchar que la existencia de 17 administraciones en el Estado español era un lastre para este país, que España no se podía permitir ese gasto tan mayúsculo que suponen las comunidades autónomas. Sin embargo, al decir esto no se repara en que la existencia de estas comunidades ha sido un factor capital para alcanzar el impulso social y económico acaecido en España en los últimos treinta años. Tres décadas de democracia y autonomía que han permitido la modernización de España a un ritmo tal que la han equiparado con los grandes países de nuestro entorno, dejando atrás aquel estado de subdesarrollo heredado de la dictadura. Es bueno echar la vista atrás para valorar lo que hemos conseguido y superar el fatalismo que muchas veces nos embarga.
Decíamos también en el citado artículo que el camino recorrido hasta ese momento con el Estatuto de 1981 había sido importante, pero el que arrancaba con el nuevo podría ser mejor. De entonces a ahora sólo han pasado tres años, mucho o poco tiempo según se mire, pero tal vez nadie pensaba que en nuestro camino se cruzaría el terrible obstáculo de la crisis económica. Soy de los que piensan que hay que crecerse ante las dificultades y, por ello, estoy convencido que serán muchas las oportunidades que se presentarán para salir adelante. La historia de nuestra trayectoria democrática debe servirnos para mantener la ilusión y la esperanza.
De esta crisis tenemos que salir más fortalecidos, al tiempo que debemos poner las bases que eviten cometer los graves errores que nos han conducido a ella. La salida de la crisis es una oportunidad excepcional para que la política y la economía piensen más en las personas frente a esas posiciones postmodernistas que buscan la aniquilación del sujeto. Llegado el momento en que una parte importante del tejido económico necesita reconstruirse, es la oportunidad para poner los cimientos de una Andalucía que mire con ojos de sostenibilidad. Aquí radicará nuestro principal y mayor valor. Una política y una economía sostenibles pensando en las personas, huyendo de esas posiciones que propugnan la reducción del Estado a su mínima expresión, porque su interés no es otro que convertir a los individuos en meros referentes para el consumo sin trabas algunas.
Soy consciente de que ese capitalismo salvaje se encuentra ojo avizor, agazapado tras el fiasco al que nos ha conducido, pero la fuerza de una democracia está en que no se nos pueda sustraer el derecho a participar y a levantar la voz. Ahí es donde juegan su papel las personas, las que gobiernan y las que caminan por la calle, todas. Personas con voz propia que no queden adormecidas por una política de sumisión ni por una estrategia económica que las haga dependientes del marketing y la publicidad.
En el impulso que se debe dar a Andalucía desde la crisis es importante que no perdamos de vista las ilusiones y los proyectos de las gentes de esta tierra. La educación puede constituir un baluarte fundamental para ello. Porque es sin duda una plataforma excepcional desde la cual pensar en los andaluces, en lo que son y en lo que pueden ser en el futuro, en su implicación como ciudadanía activa en una sociedad que tiene que afrontar retos y desafíos ante los que no se pueden quedar inermes e indefensos, desprovistos de las herramientas intelectuales que les hagan tomar sus propias decisiones.
El progreso no será progreso si no va avalado por los que deben ser sus destinatarios: los ciudadanos. Si éstos no se convierten en los beneficiarios de los avances de ese progreso como sujetos activos asistiremos a un avance tecnológico, pero desprovisto de su lado humano.
El Estatuto de Andalucía cuenta ya con un trienio. Ahora como nunca tiene que ser el Estatuto de todos los andaluces. La época que le ha tocado vivir en su corta andadura no es la más idónea, pero en su articulado se encierra un potencial de vida y futuro que a buen seguro dará sus frutos, constituyendo la mejor garantía de que las políticas realmente se dirigen hacia las personas.
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* Artículo publicado en el periódico Ideal, 26/2/2010